Aplasto bichos sin problemas, pero...

Ayer fui al cine con Marta (ulls grans, molt grans). Feia molt que no anàvem al cine juntes, suposo que si no hi ha una classe d'Econometria a saltar-se és com menys thrilling. Qüestió: Marta no puede soportar los ruidos, quizás lo que le une tanto a su perra es que oyen en la misma magnitud. Debe ser, porque sinó cómo explicas que tenga que ponerse kleenex en las orejas para no oir masticar, desenvolver caramelos o toser, mientras está viendo la peli.

Todos tenemos manías que nadie entiende (eventualmente alguien, que es cuando te sientes muy cerca de ese alguien), pero todas ellas tienen una razón: la hipersensibilidad selectiva. Marta debe de oir siete veces más que un humano común y por eso no soporta los ruidos.

Yo no doy caladas a nadie. N0 las ofrezco, y las niego si me las piden. No es que psicológicamente me suponga un problema, es que luego me sabe diferente (porque la calada del que no se fuma un piti entero es más intensa), y además soy siete veces más consciente del tiempo que pasa entre que te lo doy y me lo devuelves que un humano común.

Del mismo modo, no puedo soportar que me toquen los pies con los pies, sobretodo cuando están muy secos. Ni los pies ni la cabeza; supongo que es una cuestión limítrofe. ¿Tiquismiquis? No, hipersensible a este tipo de roces (estoy rallando el suelo con los dientes con solo pensarlo).

Entro en estado de mutación (rollo vena hinchada) si alguien me toca con el dedo índice varias veces seguidas y rápido en la parte frontal del hombro (es decir, debajo del hombro y encima del pecho), o si para avisarme de algo hacen lo mismo a la misma altura pero en la espalda.

En general, soy poco dada a que me toquen, por ejemplo, en una conversación, sobretodo si me tocan antes de hablar. Rollo estoy masticando y no puedo hablar pero para indicarte que voy a decir algo te toco (otra vez varias veces y rápido), esta vez con más dedos y generalmente sobre el brazo (en la mano mucho peor, otra vez los límites).

Tampoco soporto que me acaracien la mano mucho rato (donde mucho rato igual a más de cinco segundos) sobre el mismo sitio: mano cogida y te voy rozando con el dedo, esta vez el pulgar. Causa un efecto desgaste que desemboca en nervios rozando el dolor. Otra vez, no es una manía, debo de ser hipersensible también táctilmente hablando.

No me gusta nada que escriban en mi libreta del trabajo. Otra cosa es un folio, tanto más desechable, pero en la libreta alterarás mi armonía (qué grave) y, lo que es peor, permanecerá en el tiempo.

¿Veis qué fácil es llevarse bien conmigo? Sólo hay que tener en cuenta estas pequeñeces, evitar discusiones a l'hora de dormir i a l'hora de llevar-se (definitivamente, tengo que ahondar más en esto de los límites), no abrir las ventanas si Teo está cerca (o yo lo siento cerca) y no insistir si te he dicho que no una vez.

Por lo demás, me caracterizo por ser altamente tolerante y flexible, y tener un grado de adaptabilidad al medio siete veces más alto que un humano común (siempre que no haga frío).