I'm Only Happy When It Rains

Mañana espectacularmente lluviosa, lo que te permite el siguiente planning del día:

- Escuchar los mil cedeses que me han grabado, mientras:
- Tiendo la ropa - lo cual ya de por sí es una gincana (ecs, qué desastre que se escriba así), dado que no puedo tender fuera.
- Instalo nuestro nuevo TDT, por fin dejaremos de ver a Julià de Vendelplà doble! (la qual cosa no sé si és bona o dolenta).
- Ordeno la casa en general (ya empiezo con mis objetivos no alcanzables).
- Recopilo fotos para el regalo emocional de despedida de Glòria (primera vez que supone una ventaja que no lea mi blog).
- Elijo foto para agigantar y poner en el ahora vacío capçal del llit.
- Quedo con Marta para hacer rayos UVA (ayer me dejó poco menos que espeluznada con su propuesta "coooooooom?? Amb el sol que farà????". Ejem, iremos a Solmanía cabizbajas y sin depilar.
- Dedico una mica de temps a estudiar el carnet de conduir (mentre ho poso a la llista ja sóc conscient que debo ponerlo pero sólo para mortificarme).
- Preparo propuestas para la despedida de soltera de Blanca - tengo que tener los deberes hechos para el sábado.
- Ducharme, enmascarillarme y exfoliarme (aunque hoy no tenga boda).
- Cine con mis padres.

Todo esto que, como los mandamientos, es susceptible de reducirse a dos: tirarme en el sofá toda la mañana e ir al cine con mis papis por la tarde.