Thank you for the music

Qué ilusión. Otra vez prefabricado, pero tengo otro même que hacer. Evocando a Hombres G y su "no soporto a las chicas que todas las canciones les recuerdan a algo", diré que, teniendo en cuenta que soy la que más canciones se sabe del mundo, David Summers no me soporta.

Me obliga Mote (no serás Sergi anymore en la blogsfera, te respeto brother) a conjugar gente especial con música especial. Otro día entraremos en quién hace a quién.

SERGI - Master of the Wind (Manowar): pues yo seré rallante con mis 50.000 More than Words, pero Sergi (igual no te respeto tanto...), tus disertaciones sobre los temas no tienen desperdicio. Además, tú las cantas. Tengo una imagen icónica (muy, muy real) de ti cantando Master of the Wind, y pobre del que te interrumpiese... ¡volvías a empezar! Gracias a todos los que me hicieron descubrir temas espectaculares que luego he interiorizado como propios.

DAVID - I don't wanna miss a thing (Aerosmith): me encanta que la canción favorita de un tipo duro sea ésta. Me encanta saber que es su canción favorita y que él no sepa que lo sé. La putada es que no sólo haga falta no dormirse para no perderse detalle de su vida, viviendo donde Cristo perdió el gorro.

CHUPIS - Si em dius adéu (Lluís Llach): perquè la coneixem des de sempre, perquè l'hem cantada en moments realment tristos i perquè "malgrat la boira cal caminar". P'alan, toujours p'alan! Y además nos miramos mientras la cantamos, eso cuando no cerramos los ojos amb el "que demà, que demààààààà".

PILAR - El roce de tu piel (Revólver): recuerdo tu cuarto de Corbera, y el cd de ese directo que ponías una y otra vez. Me lleva a una primavera en la que Corbera era nuestro Norte y nuestro Sur. ¿Cómo puedes arrebatarme parte de mi Historia renegando de ellos? Te vienes al concierto. No hay peros.

GLÒRIA - Sabor de amor (Danza Invisible): es y será nuestra canción de karaoke y nos sale que te cagas. La primera vez que la cantamos teníamos 19 años (ambas, porque fue en Junio) en la Orquidea y desde entonces no hay chino en el que no la hayamos performado. Y en esta, además, bailamos, porque nos la sabemos tan bien que mezclamos las frutas pero el estribillo lo clavamos, con coreografía. Si se dignara a leer mi blog sabría cuánto hablo de ella.

Y este même tan apasionante se lo lanzo a mi hermana, a mi futura gurú de estilo, a la chu més kika, a la niña con la carcajada más pegadiza y a mi blog-hijo (¡serás cabrón!), para que tengamos algo en común, punto y coma y paréntesis que cierra. Disfruteu-lo.